LA IMPORTANCIA DE LAS ALFOMBRAS EN LA DECORACIÓN
Aunque no lo parezca, las alfombras son un elemento esencial en la decoración. Una casa sin alfombras, por muy bien decorada que esté, es una casa “desnuda”. Una alfombra enmarca una zona y la viste. Le da un toque de distinción y “concluye” la decoración. Una alfombra bien colocada da calidez y clase a un ambiente. Es por tanto muy importante la elección de la alfombra que vamos a poner.
Dependiendo de la decoración que se escoja, la alfombra deberá ser lisa o estampada, de diseño, de lana, de sisal, o cualquier otro material. Si los Sofas son estampados, la alfombra debería ser lisa para no cargar demasiado el ambiente. Si, por el contrario, escogemos Sofas lisos, podemos atrevernos con una alfombra de diferentes diseños.
Si le queremos dar un aire rústico al ambiente, podemos escoger una alfombra de yute, sisal o vegetal. Hay, ahora, unas alfombras vegetales con coloridos y diseños maravillosos que arropan perfectamente a cuanto les rodea. Algunas son lavables y aptas para exterior.
Si queremos darle un aire moderno, minimalista, de estilo italiano a la estancia, escogeremos una alfombra a medida. En los tonos que se adapten al mobiliario, pero lisas. Si estamos buscando un estilo más clásico-contemporáneo, escogeremos una alfombra de lana tipo Patchwork, Bloom o Loft. Dependiendo de nuestro presupuesto optaremos por una anudada a mano o a máquina.
Las típicas alfombras iraníes o paquistanies anudadas a mano y que casi todos hemos tenido en casa con diseños orientales apenas se llevan hoy en día. Si bien una auténtica y buena alfombra Persa o de la Real Fábrica española son, sin duda, en ocasiones imbatibles.
Hoy en día se evita recargar tanto la decoración con alfombras antiguas para evitar neutralizar el resto del mobiliario. La potencia de sus dibujos y coloridos eran en exceso los protagonistas. Se emplea una técnica en los países de Oriente Medio para reciclar ese tipo de alfombra antigua que consiste en decolorarlas al sol y teñirlas con tintes naturales.
Se les recorta el pelo del contorno de alguno de los dibujos y asi dejan en relieve algún medallón. El resultado es una alfombra espectacular con un colorido precioso y una apariencia desgastada y actual que va con todo. Este tipo de alfombras se llaman Vintage; son muy bonitas pero el tamaño está limitado por el tamaño de la alfombra original. Este trabajo se realiza en alfombras de muy alta calidad que merece la pena conservar.
Hay otra técnica que consiste en el mismo proceso de decoloración y tinte. A continuación se recortan en trozos para luego coserlos trozos y formar así alfombras a medida llamadas de Patchwork. La belleza de estas alfombras consiste en la variedad de tonos de un mismo color que puedes encontrar en una misma alfombra. Cada pieza tiene recortes de distintas alfombras antiguas y cada una tiene una tintada distinta dentro de la misma tonalidad. La ventaja de esta técnica es que las podemos hacer a la medida que queramos.
La elección de estos tapices de suelo dependerá del tipo de estancia, decoración, gusto y presupuesto. A nosotras también nos llaman mucho la atención las alfombras que se pueden encontrar en el mercado aptas para exterior; son alfombras que se pueden incluso, “manguear”. Nuestros porches y terrazas pueden estar ahora más bonitos que nunca porque hay mucha oferta. Algunas son tan bonitas que parecen alfombras de interior y nos las compran incluso para los salones. En las casas de campo o en las casas con jardín y con animales son muy prácticas porque se pueden lavar con manguera o con una fregona. A mi me gustan particularmente las que tienen apariencia vegetal aunque en realidad no lo sean y se pueden mojar.
Podemos concluir que, habiendo tantas opciones como hay hoy en el mercado, no tenemos que dudar en vestir y “terminar” la decoración de nuestros hogares con una buena alfombra que enmarque cada ambiente de la casa.
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