Muchas veces no nos paramos a atender nuestros cuartos de baño, pese a la importancia que tienen en el día a día. Su escueta -en ocasiones- decoración no corresponde al tiempo que pasamos en el. Incluso para las mujeres que trabajamos de sol a sol. Sin embargo, un cuarto de baño es donde nos damos ese baño cuando volvemos agotadas en pleno invierno. Es donde cada mañana apuramos los minutos para pintarnos el ojo y darnos colorete. Y donde, cuando hay prisas, nos damos la ducha de rigor diaria antes de salir al trabajo.
En la cultura europea hay diversidad de opiniones respecto a esa zona de la casa. En la antigüedad estaba, incluso, fuera de la casa. Con los años ha pasado a estar en la zona noble. Es en el siglo XX cuando se consolida el cuarto de baño. Y buena prueba de ello es el trabajo de los arquitectos, que en la primera mitad de este siglo ya le dedicaban el triple de espacio que en el siglo anterior. Durante este período van formando parte de las viviendas, para acabar ocupando un lugar importante en ellas.
Los ingleses suelen ser muy respetuosos con esta zona de la casa si se trata de baño principal. Aunque las malas lenguas decían que los británicos no eran muy dados a usar el agua para bañarse allá por los años 60. Sin duda han cambiado mucho sus costumbres desde entonces. A dia de hoy son quienes mayor empeño ponen en decorar esta sala en comparación con los franceses o españoles.
En el cuarto de baño de hoy, el equipamiento se amplía: armarios, espejos, luces, plantas, mamparas, básculas y aparatos gimnásticos conviven con la bañera, la ducha, el lavabo…, y en el caso de nuestro país poco a poco vamos considerando esta zona de la casa como algo más que un lugar de “aquí te cojo, aquí te mato”. Nos dedicamos más a su decoración. Ya no es tanto los materiales que empleamos en los elementos del baño, sino más en sus paredes y sus complementos para hacerlo más atractivo.
Tenemos múltiples papeles vinilicos especiales para baños ya sean estampados, lisos o a rayas. Es más acogedor un baño con sus paredes vestidas que simplemente la pintura. Asimismo es bonito añadir cuadros o grabados que hagan referencia al propio espacio o a cualquier otro. Dependiendo del tamaño, es bonito tener un un lugar para el tocador y sentarnos ahí a financiar nuestra coquetería. En definitiva, el cuarto de baño no es sólo un lugar de paso y debemos decorarlo en consonancia con los demás espacios de la casa.
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